Leer
es una de las habilidades más importantes para un niño lo más recomendable es
empezar cuando tu niño es aún muy pequeñito. Aquí hay algunas ideas fáciles
para seguir.
Selecciona
libros apropiados
Escoger
libros apropiados es el primer paso para enseñarle a leer a tu niño. En
librerías y bibliotecas podrás encontrar libros apropiados. A los niños de uno
y dos años les gustan los libros con dibujos grandes y con muchos colores y es
mejor aún, si estos tienen dibujos de objetos cotidianos y texto repetitivo.
Asegúrate también de que tengan la cubierta y las páginas de cartón, de
plástico, de tela o de algún otro material que no se rompa fácilmente hay
infinidad de títulos para tu pequeño.
Sé consistente con la rutina de
lectura
Si
le lees a tu niño a menudo vas a ver cómo poco a poco estará más quietecito a
tu lado. Como muchas otras cosas, en cuanto más lo hacemos, mejores resultados
tenemos. Ten como prioridad leerle a tu niño cada día. La mejor hora para
leerle es la hora de acostarse. Al ser consistente con la rutina de lectura, tu
niño comenzará a interesarse más y más en los libros.
Actúa mientras lees
A
un niño pequeño le encanta escuchar diferentes tonos de voz y ver expresiones
en las caras de las personas. Cuando leas, pretende ser uno de los personajes
cambiando la voz para intrigarlo y entretenerlo. Y si tu niño quiere leer el
libro una y otra vez, ¡consiéntelo!
Habla de los dibujos
Habla
con tu niño de los dibujos en el libro. Pídele que te nombre los objetos o lo
que ve en el cuento. En la medida que tu niño va creciendo pídele que te diga
lo que está pasando o lo que va a suceder en el cuento. Si haces esto
consistentemente, tu niño estará interesado en el cuento y pronto aprenderá que
los dibujos también cuentan la historia.
Señala las palabras
Usa
tu dedo para seguir las palabras para ayudar a que tu niño conecte las palabras
con la lectura. Al hacer esto, también le estás mostrando destrezas básicas
como dónde comenzar a leer un libro, cómo sujetar y cómo pasar las páginas.
¡Sé flexible!
Los
niños pequeños aún no entienden que los libros se leen en el orden en que las
páginas están enumeradas. Es común que se salten páginas o que comiencen al
final del libro o que incluso lo sujeten al revés. No te preocupes; es parte
del proceso de aprender a leer. Y si tu niño no te deja terminar el libro
porque está cansado o aburrido, déjalo. Acuérdate que tu intención es crear en
tu niño un interés por los libros.
Puedes
encontrar más por acá
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